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BLOG EN RECESO TEMPORAL

viernes, 15 de abril de 2011

Más sabe la elefanta por vieja que por elefanta


Los elefantes africanos (Loxodonta africana) viven en unidades donde la vieja matriarca parece tener un rol fundamental en algunas actividades grupales como movimientos y respuesta ante depredadores. Estos mamíferos de larga vida, grandes cerebros e interesantes relaciones sociales son el centro de estudio del Proyecto de Investigación de los Elefantes de Amboseli (Amboseli Elephant Research Project).
Los miembros de este equipo de investigación cuentan con detallada información respecto a los 1,500 miembros de una población que deambula muy cerca del Kilimanjaro (cuentan que, incluso, pueden reconocerlos individualmente a todos ellos). Con 35 años de estudiar a esta población de forma ininterrumpida, el equipo tiene cada vez más elementos para responder interesantes preguntas respecto a estos paquidermos.
Recientemente, Karen McComb, Graeme Shannon, Sarah M. Durant, Katito Sayialel, Rob Slotow, Joyce Poole y Cynthia Moss -pertenecientes a 5 instituciones distintas- publicaron un estudio donde abordaron algunos aspectos relacionados con el liderazgo de las matriarcas de la tan estudiada población de elefantes. En particular ellos estaban interesados en saber si las matriarcas con mayor edad tendrían una mayor capacidad de identificar amenazas potenciales al grupo.
Manada de elefantes africanos en el Serengueti. Fotografía de Ikiwaner tomada de Wikimedia Commons.
Cuando dentro de un grupo existen uno o varios miembros que cuenten con información o experiencia relevante que pudiera ser de beneficio para el grupo, entonces el grupo se beneficiaría siguiendo o haciendo caso a las respuestas de un líder conocedor.
No es difícil imaginarse lo anteriormente descrito en un grupo de humanos; lo interesante es encontrar paralelos en el mundo animal y entender cuáles serían los beneficios que los miembros de un grupo obtendrían al aceptar las decisiones de un líder. Así mismo, es importante conocer cuáles serían los beneficios potenciales para entonces entender las bases evolutivas del liderazgo y las condiciones bajo las que este fenómeno ocurriría en el mundo animal.
En humanos se ha encontrado que la edad está positivamente relacionada con el liderazgo. A pesar del deterioro que la edad también trae consigo respecto a varias formas de procesamiento cognitivo, es claro que solo con la edad se adquiere el conocimiento especializado que un buen liderazgo requiere. En sociedades animales se ha sugerido que los líderes viejos serían aquellos que contaran con información ecológica relevante, es decir, información respecto a fuentes de alimento, rutas de migración o información respecto a la amenaza que pudieran representar ciertos depredadores.
Después de los humanos, los leones son probablemente los principales depredadores de los elefantes. A estos felinos les gusta depredar pequeñas crías de menos de 4 años. A pesar de la mala fama que los leones machos tienen como cazadores ellos son –y no las hembras- los que son más exitosos cuando se trata de cazar presas de gran tamaño como los elefantes y los búfalos.
De hecho, se ha visto que cuando se trata de cazar elefantes un par de leones machos puede hacer el mismo trabajo que siete leonas. Esto no es raro si pensamos que los leones son un 50% más grandes que las leonas y, por lo tanto, más poderosos que ellas. En consecuencia, para un grupo de elefantes, un grupo de leones machos dispuestos a cazar constituye una amenaza más seria que un grupo del mismo tamaño pero compuesto por leonas .
Por supuesto que los elefantes no se quedan de trompas cruzadas frente a las amenazas felinas. Los elefantes pueden exitosamente investir a un grupo de leones o leonas, sobre todo las matriarcas que suelen ser más grandes que el resto de las elefantas. Lo que es cierto es que seguro estarían más preocupadas de perder a alguna de las crías del grupo cuando un grupo de leones machos se acercara.
Entonces, si la edad da cierta experiencia a las elefantas matriarcas entonces ellas podrían ser capaces de distinguir entre diferentes tipos de amenazas. Por ejemplo, al escuchar ya sean rugidos de leones o de leonas podrían tener una idea del tamaño de la amenaza.
Lo que Karen y su equipo hicieron fue reproducir grabaciones de rugidos de leones y leonas en diferentes combinaciones y números y observaron las reacciones de las elefantas matriarcas de 39 grupos familiares de elefantes. Estas reacciones eran por ejemplo, la atención que la matriarca prestaba a las grabaciones (dirigiendo sus grandes orejas hacia la ubicación del reproductor de sonido), mayor cohesión grupal alrededor de las crías (de las otras hembras del grupo y la matriarca), ataque de la matriarca (cambio de dirección y actitud de la matriarca) y cambio de dirección de las otras hembras y sus crías hacia la posición de la matriarca.
Después, analizaron todos los factores considerados (número de rugidos de leones, sexo del rugidor, edad de la matriarca, etc.) con un modelo diseñado para entender la contribución de cada uno de los factores en los patrones de agrupación grupal y defensa observados.
Los resultados sugieren que aunque los grupos como un todo reaccionan con más intensidad ante el rugido de tres leones comparado con el de uno solo, aquellos grupos con matriarcas de mayor edad son más sensibles ante el rugido de un solo león. Y la verdad es que tienen razón, pues se ha visto que un solo león es capaz de depredar a una cría de elefante. En consecuencia, una reacción temprana ante un riesgo inminente muy probablemente repercutiría de forma positiva en la sobrevivencia de las crías más vulnerables.
Los resultados son notorios considerando que la depredación por leones no es un evento que ocurra a menudo y que la proporción de sexos en los grupos de leones está generalmente sesgada al lado femenino. Por otro lado, es poco probable que la reacción se deba a la vulnerabilidad de las matriarcas en sí pues estos miembros son generalmente más grandes que el resto. Además, en tal caso la reacción tal vez debería ser más generalizada y no especialmente en respuesta a los rugidos de los leones machos.
Otros estudios también sugieren que las elefantas matriarcas de más de 60 años son las más exitosas cuando se trata de liderar movimientos a larga escala en busca de alimento. Las matriarcas le saben bien al negocio paquidérmico pues.
Este estudio sin duda es una invitación a investigar más respecto a la experiencia y el liderazgo que tienen los miembros más añejos en especies longevas que forman grupos familiares. En grupos humanos ha sido bien estudiado el papel de los ancianos como líderes, pero aun falta mucho por saber respecto a dicho fenómeno en grupos animales.
Elefantes retozando en el lodo. Fotografía de Mgiganteus tomada de Wikimedia Commons.
Artículo de referencia:


ResearchBlogging.org
McComb, K., Shannon, G., Durant, S., Sayialel, K., Slotow, R., Poole, J., & Moss, C. (2011). Leadership in elephants: the adaptive value of age Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences DOI: 10.1098/rspb.2011.0168

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