Contar con una medida del atractivo sexual humano no es tan simple como parece. Las características morfológicas son sin duda más fáciles de medir, pero otras cualidades –igual o más importantes- como el encanto y el sentido del humor parecen ser más escurridizas a la medición precisa. La proporción cintura-cadera fue alguna vez considerada como una medida morfológica irrefutable del atractivo femenino. En numerosos estudios en sociedades industrializadas se encontró que las imágenes de mujeres con una proporción cintura-cadera baja, es decir, aquellas que tenían cuerpecito de reloj de arena, eran consideradas más atractivas por los hombres.
Como tal vez era de esperarse, en las imágenes traseras las miradas se fijaron en la región del estómago y la región glútea. Cuando se observaron las imágenes frontales la atención visual se centró en los senos (tampoco nada sorprendente) aunque también en el estómago en aquellas imágenes donde la proporción cintura-cadera era alta.
En este sentido, el estudio en cuestión es el primero en identificar la importancia del abdomen en los estudios de atractivo femenino, por lo que seguramente el tema tendrá que ser explorado con más detalle en el futuro. Este hallazgo tiene sentido cuando se tiene en mente lo que otros autores han sugerido respecto a la proporción cadera-cintura en el sentido de que funciona como un primer filtro en la evaluación masculina del atractivo físico femenino.
Por supuesto, es importante tener en mente que los movimientos oculares no son medidas implícitas del atractivo percibido, simplemente señalan la atención prestada a cierta región. Es decir, aunque el atractivo físico capture la atención otros procesos mentales podrían estar involucrados cuando se mide la atención visual.
En este sentido, el estudio del equipo de la Universidad de Wellington señala también la utilidad de las técnicas de monitoreo visual en los estudios de selección sexual; el uso de este tipo de técnicas es relativamente reciente en este tipo de estudios.
Por último, la evaluación de diferentes poses corporales en el estudio del atractivo físico es otro de los aciertos de este estudio. Aunque para el común de los mortales puede no sonar extremadamente novedoso, el estudio de Barbara y sus colaboradores demuestra científicamente la importancia de las imágenes traseras en la evaluación del atractivo físico femenino.
Artículo de referencia:
No solo dichos cuerpos eran considerados mas atractivos si no que también se encontraron correlatos con los niveles de estrógenos y progesterona, hormonas que a su vez están asociadas con las tazas de concepción. Con los años, sin embargo, las cosas han cambiado un poco y se ha encontrado que la cosa no es tan sencilla ni directa.
Ilustración de William Blake tomada de Wikimedia Commons. |
Algunos estudios han encontrado que las preferencias por dicha forma corporal varían en diferentes culturas y otros estudios han demostrado que el atractivo percibido depende también del tipo de imágenes que sean presentadas, por ejemplo, si son imágenes frontales, laterales o traseras. Recientemente, algunos estudios sobre atractivo y selección sexual en humanos han echado mano del uso de aparatos que miden los movimientos oculares de los sujetos bajo prueba. Con estos aparatos es posible saber en qué parte del cuerpo se fija primero la atención, en cuántos y cuáles de estas partes se fija la mirada y el tiempo que se invierte en cada una de dichas actividades. La medición de los movimientos oculares o el tiempo durante el que se observan ciertas características morfológicas ha sido utilizada en estudios donde se mide el atractivo físico, aunque la atención visual es una medida que también ha sido utilizada en una variedad de estudios. Barbara J Dixson y un equipo de 3 colaboradores de la Universidad de Wellington en Nueva Zelanda utilizaron hace poco este tipo de aparatos para estudiar cómo es que los hombres evalúan la figura femenina y que relación guarda esta evaluación visual con sus apreciaciones respecto al atractivo de dichas imagenes. Sus resultados fueron publicados hace poco en la revista Human Nature. |
Para su estudio utilizaron una fotografía a color una mujer desnuda. Dicha fotografía fue modificada con PhotoShop para variar la proporción cintura-cadera (proporción 0.7, 0.8 y 0.9) tanto en una vista frontal como trasera. En consecuencia, se crearon 6 imágenes. Un total de 30 hombres heterosexuales de entre 25 y 44 años revisaron las diferentes imágenes mientras una maquinita registraba sus movimientos oculares. Después de ello tuvieron que calificar el atractivo de cada una de ellas en una escala del 1 al 6.
Barbara y sus colaboradores después dividieron las regiones del cuerpo para cada tipo de imagen para analizar la atención visual masculina en dichas regiones durante el movimiento ocular.
Regiones del cuerpo consideradas en el estudio. Imagen tomada del artículo de referencia. |
Su estudio, el primero en analizar la respuesta ocular a imágenes tanto frontales como traseras, demostró que aquellas imágenes donde la proporción cintura-cadera era de 0.7 fueron consideradas como más atractivas independientemente de la pose (frontal o trasera).
Como tal vez era de esperarse, en las imágenes traseras las miradas se fijaron en la región del estómago y la región glútea. Cuando se observaron las imágenes frontales la atención visual se centró en los senos (tampoco nada sorprendente) aunque también en el estómago en aquellas imágenes donde la proporción cintura-cadera era alta.
En este sentido, el estudio en cuestión es el primero en identificar la importancia del abdomen en los estudios de atractivo femenino, por lo que seguramente el tema tendrá que ser explorado con más detalle en el futuro. Este hallazgo tiene sentido cuando se tiene en mente lo que otros autores han sugerido respecto a la proporción cadera-cintura en el sentido de que funciona como un primer filtro en la evaluación masculina del atractivo físico femenino.
Por supuesto, es importante tener en mente que los movimientos oculares no son medidas implícitas del atractivo percibido, simplemente señalan la atención prestada a cierta región. Es decir, aunque el atractivo físico capture la atención otros procesos mentales podrían estar involucrados cuando se mide la atención visual.
En este sentido, el estudio del equipo de la Universidad de Wellington señala también la utilidad de las técnicas de monitoreo visual en los estudios de selección sexual; el uso de este tipo de técnicas es relativamente reciente en este tipo de estudios.
Por último, la evaluación de diferentes poses corporales en el estudio del atractivo físico es otro de los aciertos de este estudio. Aunque para el común de los mortales puede no sonar extremadamente novedoso, el estudio de Barbara y sus colaboradores demuestra científicamente la importancia de las imágenes traseras en la evaluación del atractivo físico femenino.
Artículo de referencia:
Dixson, B., Grimshaw, G., Linklater, W., & Dixson, A. (2010). Watching the Hourglass Human Nature, 21 (4), 355-370 DOI: 10.1007/s12110-010-9100-6
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