| Los elefantes africanos (Loxodonta   africana) viven en unidades donde la vieja matriarca parece tener un   rol fundamental en algunas actividades grupales como movimientos y respuesta ante depredadores. Estos mamíferos de larga vida, grandes   cerebros e interesantes relaciones sociales son el centro de estudio del   Proyecto de Investigación de los Elefantes de Amboseli (Amboseli Elephant   Research Project). Los miembros de este equipo de investigación cuentan   con detallada información respecto a los 1,500 miembros de una población que   deambula muy cerca del Kilimanjaro (cuentan que, incluso, pueden reconocerlos   individualmente a todos ellos). Con 35 años de estudiar a esta población de   forma ininterrumpida, el equipo tiene cada vez más elementos para responder   interesantes preguntas respecto a estos paquidermos.  Recientemente, Karen McComb, Graeme   Shannon, Sarah   M. Durant, Katito   Sayialel, Rob   Slotow, Joyce   Poole y Cynthia Moss -pertenecientes   a 5 instituciones distintas- publicaron un estudio donde abordaron algunos   aspectos relacionados con el liderazgo de las matriarcas de la tan estudiada   población de elefantes. En particular ellos estaban interesados en saber si   las matriarcas con mayor edad tendrían una mayor capacidad de identificar   amenazas potenciales al grupo. 
 De hecho, se ha visto que cuando se trata de cazar elefantes un par de leones machos puede hacer el mismo trabajo que siete leonas. Esto no es raro si pensamos que los leones son un 50% más grandes que las leonas y, por lo tanto, más poderosos que ellas. En consecuencia, para un grupo de elefantes, un grupo de leones machos dispuestos a cazar constituye una amenaza más seria que un grupo del mismo tamaño pero compuesto por leonas .
   | Cuando dentro de un grupo existen uno o varios miembros   que cuenten con información o experiencia relevante que pudiera ser de   beneficio para el grupo, entonces el grupo se beneficiaría siguiendo o   haciendo caso a las respuestas de un líder conocedor.  No es difícil imaginarse lo anteriormente descrito en   un grupo de humanos; lo interesante es encontrar paralelos en el mundo animal   y entender cuáles serían los beneficios que los miembros de un grupo   obtendrían al aceptar las decisiones de un líder. Así mismo, es importante conocer cuáles serían los beneficios potenciales para entonces entender las bases evolutivas del liderazgo y   las condiciones bajo las que este fenómeno ocurriría en el mundo animal.  En humanos se ha encontrado que la edad está positivamente relacionada con el liderazgo. A pesar del deterioro que la edad   también trae consigo respecto a varias formas de procesamiento cognitivo, es   claro que solo con la edad se adquiere el conocimiento especializado que un   buen liderazgo requiere. En sociedades animales se ha sugerido que los   líderes viejos serían aquellos que contaran con información ecológica   relevante, es decir, información respecto a fuentes de alimento, rutas de   migración o información respecto a la amenaza que pudieran representar   ciertos depredadores.  Después   de los humanos, los leones son probablemente los principales depredadores de   los elefantes. A estos felinos les gusta depredar pequeñas crías de menos de   4 años. A pesar de la mala fama que los leones machos tienen como cazadores   ellos son –y no las hembras- los que son más exitosos cuando se trata de   cazar presas de gran tamaño como los elefantes y los búfalos.  | 
 
 Este estudio sin duda es una invitación a investigar más respecto a la experiencia y el liderazgo que tienen los miembros más añejos en especies longevas que forman grupos familiares. En grupos humanos ha sido bien estudiado el papel de los ancianos como líderes, pero aun falta mucho por saber respecto a dicho fenómeno en grupos animales.
   | Por   supuesto que los elefantes no se quedan de trompas cruzadas frente a las   amenazas felinas. Los elefantes pueden exitosamente investir a un grupo de   leones o leonas, sobre todo las matriarcas que suelen ser más grandes que el   resto de las elefantas. Lo que es cierto es que seguro estarían más   preocupadas de perder a alguna de las crías del grupo cuando un grupo de   leones machos se acercara. Entonces,   si la edad da cierta experiencia a las elefantas matriarcas entonces ellas   podrían ser capaces de distinguir entre diferentes tipos de amenazas. Por   ejemplo, al escuchar ya sean rugidos de leones o de leonas podrían tener una   idea del tamaño de la amenaza. Lo   que Karen y su equipo hicieron fue reproducir grabaciones de rugidos de   leones y leonas en diferentes combinaciones y números y observaron las   reacciones de las elefantas matriarcas de 39 grupos familiares de elefantes.   Estas reacciones eran por ejemplo, la atención que la matriarca prestaba a   las grabaciones (dirigiendo sus grandes orejas hacia la ubicación del reproductor   de sonido), mayor cohesión grupal alrededor de las crías (de las otras   hembras del grupo y la matriarca), ataque de la matriarca (cambio de   dirección y actitud de la matriarca) y cambio de dirección de las otras   hembras y sus crías hacia la posición de la matriarca. Después,   analizaron todos los factores considerados (número de rugidos de leones, sexo   del rugidor, edad de la matriarca, etc.) con un modelo   diseñado para entender la contribución de cada uno de los factores en los   patrones de agrupación grupal y defensa observados. Los   resultados sugieren que aunque los grupos como un todo reaccionan con más   intensidad ante el rugido de tres leones comparado con el de uno solo,   aquellos grupos con matriarcas de mayor edad son más sensibles ante el rugido   de un solo león. Y la verdad es que tienen razón, pues se ha visto que un   solo león es capaz de depredar a una cría de elefante. En consecuencia, una   reacción temprana ante un riesgo inminente muy probablemente repercutiría de   forma positiva en la sobrevivencia de las crías más vulnerables. Los   resultados son notorios considerando que la depredación por leones no es un   evento que ocurra a menudo y que la proporción de sexos en los grupos de   leones está generalmente sesgada al lado femenino. Por otro lado, es poco   probable que la reacción se deba a la vulnerabilidad de las matriarcas en sí   pues estos miembros son generalmente más grandes que el resto. Además, en tal   caso la reacción tal vez debería ser más generalizada y no especialmente en   respuesta a los rugidos de los leones machos. Otros   estudios también sugieren que las elefantas matriarcas de más de 60 años son   las más exitosas cuando se trata de liderar movimientos a larga escala en   busca de alimento. Las matriarcas le saben bien al negocio paquidérmico pues. | 
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