| Las especies   cercanamente relacionadas no solo comparten genes, también comparten   parásitos en cualquiera de sus presentaciones: virus, bacterias, gusanos,   protozoarios, etc. Cuando se comparan los árboles   filogenéticos de especies emparentadas de hospederos con los de sus   parásitos las similitudes son muy a menudo asombrosas: los árboles de los   últimos espejean los de los primeros.  Al indagar   sobre el origen de los parásitos en una especie, es común considerar como los   sospechosos principales a las especies cercanas a ésta. Por ejemplo, cuando   se averigua sobre el origen de los parásitos humanos el sospechoso de siempre   es el chimpancé, por ser nuestro pariente vivo más cercano. Hace casi una   década supimos que el virus VIH (causante de sida) tuvo su origen en los   chimpancés y el año pasado estos primos nuestros también fueron culpados por   ser los portadores de una especie de Plasmodium   (P. reichenowi) que estaba   cercanamente relacionada con Plasmodium   falciparium, el protozoario   causante de la malaria en   humanos. De hecho, en su momento se pensó que la relación entre ambas   especies era tan cercana que seguramente habían divergido al mismo tiempo que   los chimpancés y los humanos lo hicieron a partir de un ancestro común. Pero ahora   resulta que el sospechoso original –el chimpancé- parece no ser el reservorio   principal de dicho parásito, si no los gorilas occidentales (Gorilla gorilla). Eso es lo que   sugiere un estudio publicado en la edición del 23 de septiembre pasado en la   revista Nature.  
| Gorila (Gorilla   gorilla gorilla , fotografía de Ltshears ) y   Plasmodium  (fotografía de Ute   Frevert) .Como resultado de sus análisis encontraron la presencia de Plasmodium en entre el 32 y el 48% de las muestras provenientes de chimpancés y gorilas, pero no encontraron evidencia de infección ni en los bonobos (Pan paniscus) ni en los gorilas orientales (Gorilla beringei). Además, las especies de dicho protozoario que se encontraban más cercanamente relacionadas con la que infecta a los humanos (Plasmodium falciparium) fueron los encontrados en los gorilas occidentales (Gorilla gorilla). Bueno y ¿de qué nos sirve saber esto?
| Según Weimin   Liu, autor principal del estudio, y su equipo de 21 colaboradores, el hecho   de que los chimpancés hubieran sido considerados como los reservorios   originales de Plasmodium se debió a   los métodos que utilizaron en su estudio: la muestra estaba limitada a solo   unos cuantos simios, la mayoría en cautiverio y viviendo en proximidad con   humanos. Para mejorar   dicho estudio, Liu y su equipo utilizaron cerca de 3,000 muestras de heces   fecales de 3 subespecies de chimpancés, dos de gorilas y una de bonobo. La   gran mayoría de dichas muestras provinieron de poblaciones silvestres, es   decir, no habituadas a la presencia humana.  Sí, para su   estudio utilizaron popós de simios de las que fue posible obtener información   valiosísima. Por increíble que parezca, las muestras estaban cuidadosamente   guardadas en bancos creados para tal efecto ya que fueron colectadas con   anterioridad para llevar a cabo estudios de infecciones retrovirales en   simios. Cuando éste y otro tipo de muestras son almacenadas y utilizadas de   forma eficiente es posible obtener información para varios estudios,   maximizando los beneficios de la colecta original. Es posible encontrar aquí    otro ejemplo sobre esta costumbre ya no tan excéntrica entre los biólogos. Pero volvamos   a los orígenes de la malaria.  Por medio de   métodos moleculares tradicionales Liu y su numeroso equipo extrajeron de las   heces fecales secuencias de ADN de varias especies de Plasmodium, de tal suerte que fue posible saber qué especies de   simios habían sido infectadas, en qué proporción, por cuántas especies de Plasmodium y qué tan relacionadas   estaban las diferentes especies del mortal causante de la malaria.
 
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   | Árbol filogenético de los parásitos de Plasmodium  que infectan a los grandes   simios. C1-C3 corresponde a las especies de chimpancés, G1-G3 a las especies   de gorilas estudiadas. Ilustración tomada de la revista Nature .¿Será necesario colectar más excrementos? Si, sería lo ideal, y esta vez de una muestra más extendida que considere otras especies de mamíferos.
   | Con este tipo   de estudios, relativamente comunes en la actualidad, se alebrestan las   esperanzas de que dichos estudios permitirán entender y/o predecir la   siguiente epidemia humana. La posibilidad existe, pero no es ni directo ni   sencillo ni inmediato. Aun así, no es nada despreciable el bagaje con el que   este tipo de estudios contribuyen a nuestro entendimiento de los orígenes de   las enfermedades humanas. Según Edward   C Holmes, quien publicó en el mismo número de Nature un comentario respecto al articulo de Liu y colaboradores,   dicho estudio ilumina y al mismo tiempo obscurece el asunto de los orígenes   del famoso Plasmodium.  La idea de   que eran los chimpancés –y no los gorilas- los principales reservorios del   parásito tenía una gracia especial: al poder inferir el momento en que   chimpancés y humanos divergieron era entonces sencillo inferir el momento en   que ambas especies de Plasmodium   habían divergido. Sin embargo, ahora que el principal sospechoso es el gorila   la cosa se complica porque estamos hablando de una transmisión cruzada entre   especies. En otras palabras, el linaje del hospedero y el parásito no   resultaron ser una copia fiel. En consecuencia,   con la nueva propuesta de Liu y su cuantioso equipo, ahora es incierto el   momento en que Plasmodium saltó de   los gorilas a los humanos y será necesario, según comenta Holmes, llevar a   cabo más estudios respecto a la diversidad genética del protozoario en otras   especies de mamíferos. Estos estudios permitirían tener otros puntos de   referencia para entender a qué velocidad y de qué manera ha evolucionado el   linaje de Plasmodium.
 
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Ah, que bonito estudio escogió usté comadre. eso de la coevolución es fantástico, pero ve tu a saber qué atajos habrá agarrado el tal Plasmodium pa brincar del changote peludo, al changuito desnudo. Por cierto, algo puedo inferir pero no queda muy claro cómo es que ocurre esto que usté mienta: "Con este tipo de estudios, relativamente comunes en la actualidad, se alebrestan las esperanzas de que dichos estudios permitirán entender y/o predecir la siguiente epidemia humana." Un norte, plis!
ResponderEliminarPues yo intuyo que debe ser más por un rollo antropocéntrico que por otra cosa. Es decir, por esta visión de que la ciencia puede (y debe) dar soluciones inmediatas a los problemas humanos y si no ¿para qué haces estos estudios?. Entender los procesos epidemiológicos y genéticos de las infecciones parasitarias sin duda ayudará a entender algo. Pero tal vez necesitarías saber muchas cosas que no es fácil saber, por ejemplo, las vías de transmisión y el momento en el que el salto ocurrió. Cosas que en muchas ocasiones es muy difícil saber. Por eso también la siguiente oración a la que mencionas es “La posibilidad existe, pero no es ni directo ni sencillo ni inmediato”
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