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lunes, 15 de agosto de 2011

A ellos les encanta el arrumaco


Siempre los cariñitos
me han parecido una mariconez
y ahora hablo contigo en diminutivo
con nombres de pastel
De “Quédate en Madrid” de Mecano.

A pesar de la abundante literatura tanto científica como no científica, los factores que contribuyen o determinan la satisfacción en una relación de pareja sigue siendo tema de debate. Una de las razones es que –aunque parezca extraño- a menudo la investigación en sexualidad se centra en individuos y no en parejas. Es decir, los individuos responden cuestionarios de forma individual sin que se tome en cuenta a la pareja como un todo.
También, es común que muchos estudios se centren en grupos muy específicos (estudiantes, jóvenes, adultos en cierto rango de edad, etc.); como resultado los patrones encontrados a menudo solo son aplicables a esos grupos, es decir, no se pueden hacer generalizaciones ni siquiera dentro del mismo país de estudio. En ese sentido adquieren más relevancia aquellos estudios que abarcan sujetos de estudio dentro de un grupo más heterogéneo y en varios países.
En un estudio reciente liderado por Julia R. Heiman del Instituto Kinsey en Estados Unidos se entrevistaron a un total de 1,009 parejas heterosexuales con relaciones duraderas en 5 países (Brasil, Alemania, Japón, España y Estados Unidos). El propósito del estudio fue evaluar la importancia que los sujetos de estudio daban a la relación, la conducta sexual y el papel que la sexualidad juega en la vida y la satisfacción de hombres y mujeres. 
Autor(a) desconocid(a). Imagen tomada de aquí.
 
Para el estudio se entregaron cuestionarios y se realizaron entrevistas telefónicas a voluntarios hombres de entre 39 y 70 años y mujeres de entre 25 y 76 años. En particular, se puso atención en sus respuestas relacionadas con tres aspectos principales: 1) duración de la relación (años juntos), 2) la actividad sexual, y 3) la intimidad sexual. Los resultados forman parte del Informe Internacional sobre Relaciones (International Survey of Relationships).
Como era de esperarse, los satisfactores en hombres y mujeres fueron diferentes, pero no necesariamente en la dirección esperada. La satisfacción sexual y la satisfacción en la relación estuvieron relacionadas. Sin embargo, en promedio los hombres reportaron más felicidad en la relación que las mujeres y las mujeres más satisfacción sexual que los hombres.
En el estudio Julia y sus colaboradores hicieron modelos para probar de qué manera las variables consideradas determinaban la satisfacción sexual y cómo se relacionaba ésta con el nivel de satisfacción de la relación. En hombres, la felicidad que experimentaban en la relación se relacionó con variables de intimidad como besarse, acurrucarse, acariciarse (el arrumaco pues) e, interesantemente, en la importancia que ellos le daban a los orgasmos de ellas. Para ellas sin embargo, el arrumaco predecía la satisfacción sexual, no la felicidad.
En la literatura sobre el tema, existe discrepancia respecto a la relación entre la sexualidad y la satisfacción en la relación: a veces son factores que se relacionan y a veces no. Es decir, màs bien parecen ser factores independientes.
Otros resultados interesantes es que el número de parejas sexuales de los hombres a lo largo de su vida predice la satisfacción sexual pero no la satisfacción en la relación presente. Sin embargo, más parejas sexuales parece predecir menos satisfacción sexual. Los autores sugieren que esto podría deberse a que la búsqueda de más o mejores parejas sexuales surge de la insatisfacción sexual más que de un deseo de recreación sexual o variedad, o bien, que dicha búsqueda es la consecuencia inevitable de una mayor experiencia sexual y/o el cambio de estándares.
La felicidad experimentada en la relación se incrementaba con la duración de la relación en los hombres, pero no en las mujeres. Las mujeres reportaban menos felicidad durante los primeros 15 años, esta luego se incrementaba entre los 20 y 50 años juntos, pero en los últimos años la felicidad de las mujeres era menor que la de los hombres.
Sin embargo, el patrón de la satisfacción sexual en mujeres fue diferente. La satisfacción de las mujeres fue baja en los primeros 10 años de la relación y se encontró un incremento en los años posteriores (20 a 50). En los hombres, se encontró una menor satisfacción que la de las mujeres durante los mismos períodos de tiempo.
Es importante notar que el 90% de las parejas tenían hijos por lo que la carga y la distracción que implica el cuidado parental entre los 30 y 40 años, el cual recae más en las mujeres, podría ser un factor que influya tanto en la satisfacción sexual como en la felicidad.
Los patrones encontrados en el estudio de Julia y colaboradores tienen que ser refinados y las explicaciones a dichos patrones puestas a prueba. Aún hay mucho por saber respecto al papel que la sexualidad juega en las relaciones duraderas. El estudio aquí descrito es el primero que se centra en parejas de edad media y avanzada donde el promedio de la duración de la relación era de 25 años.
Autor(a) desconocido(a). Imagen tomada de aquí.

Artículo de referencia:

ResearchBlogging.org
Heiman, J., Long, J., Smith, S., Fisher, W., Sand, M., & Rosen, R. (2011). Sexual Satisfaction and Relationship Happiness in Midlife and Older Couples in Five Countries Archives of Sexual Behavior, 40 (4), 741-753 DOI: 10.1007/s10508-010-9703-3

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