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martes, 5 de abril de 2011

¿De qué se ríen los primates?


La risa no es cosa de risa, o por lo menos no de tanta risa. Varios investigadores en las ciencias conductuales se dedican a estudiar los patrones de ocurrencia de la sonrisa, la risa espontánea, la risa en contextos sociales, la risa con carga emocional -y sin ella- y la risa en respuesta a la risa de otros, entre otros tipos de risa.
Con el estudio serio y formal de la risa se ha descubierto que esta conducta -aparentemente ligera- constituye una herramienta integral en la inteligencia emocional de los seres humanos con importantes consecuencias en las conductas cooperativas y la comunicación social.
Fotografía de Eric Ward tomada de Wikimedia Commons.

Marina Davila-Ross de la University of Portsmouth en el Reino Unido es una investigadora interesada en el estudio de las risas y las sonrisas. Ella, junto con tres colaboradores más (Bethan Alcock, Chris Thomas y Kim A. Bard) publicaron recientemente en la revista Emotion un artículo sobre los patrones de risas en cuatro grupos de chimpancés cautivos.
El interés en estudiar la risa en primates radica en el hecho de que la comparación entre especies podría darnos pista acerca de su ocurrencia en especies de homínidos extintas y, por tanto, darnos más información respecto a su función y evolución. Con esta idea en mente, aunque sin perder de vista las funciones particulares en cada especie, es que Marina y su equipo estudiaron la ocurrencia de risas en diferentes contextos sociales en los chimpancés del Santuario Chimfunshi en Zambia.
El santuario es como un orfanato, donde alrededor de 59 chimpancés están distribuidos en cuatro encierros, dos de los cuales eran nuevos (donde los individuos han compartido encierro durante los últimos 5 años) y los otros dos antiguos (donde los individuos han compartido encierro durante 14 años). Todas las categorías de edad estuvieron representadas en todos los encierros: infantes, juveniles y adultos.
Los investigadores estudiaron tres aspectos principales: 1) la ocurrencia de repeticiones de risa (la que ocurre en respuesta a la risa de otros congéneres), 2) risa espontánea y 3) la ocurrencia de estos tipos de risa en diferentes encierros y categorías de edad. También, evaluaron si las repeticiones de risa ocurrieron efectivamente en respuesta a la risa de otros. Esto es importante porque, considerando que la risa ocurre preferentemente durante el juego social, es posible que la risa respondiera a otros eventos durante el juego y no precisamente a la risa de los otros chimpancés.
Resulta pues que Marina y su equipo encontraron que todos los chimpancés de todas las edades se reían (con excepción de los infantes;) las repeticiones de risa ocurrieron con menor frecuencia en los encierros antiguos; las repeticiones de risa y la risa espontánea fueron diferentes en su forma acústica y ocurrencia y, por lo tanto, podrían tener un significado socioemocional diferente; los eventos de juego social duraron más tiempo cuando en ellos ocurrían repeticiones de risa, y la mayoría de los chimpancés se rieron en respuesta a las risas de sus compañeros de juego y permanecieron en silencio cuando sus compañeros de juego no se reían.
Chimpancé riendo. Fotografía de Richard tomada de Wikimedia Commons.
Los resultados en conjunto sugieren que los chimpancés, al igual que los humanos, repiten algunas expresiones de sus compañeros en ciertos contextos en particular. En particular, el hecho de que las repeticiones de risa prolonguen los eventos de juego social sugiere que reírse con los otros podría darles ciertas ventajas sociales como la cohesión social y el desarrollo de habilidades comunicativas.
Esto último está reforzado por el hecho de que las repeticiones de risa ocurrieron más frecuentemente en los grupos nuevos donde además los compañeros son menos predecibles (por haber tenido menos tiempo de conocerse) y/o donde la necesidad de cohesión social es mayor.
(Sería interesante poner atención en situaciones semejantes en humanos y observar si nosotros los humanos también nos reímos más en grupos donde conocemos menos a la gente y/o donde existe la necesidad de integración grupal.)
Otro hallazgo interesante es la ausencia de repeticiones de risa en los chimpancés infantes quienes solo presentan risa espontánea y las repeticiones de risa solo ocurren al cabo de los años. Esto mismo se ha observado en orangutanes e incluso en humanos, sugiriendo la existencia de cambios ontogenéticos importantes al respecto que comparten estas especies de primates.
A pesar de estas semejanzas la risa en humanos presenta varias diferencias en comparación con las risas de otros primates. La risa humana puede ocurrir en numerosas situaciones y la risa de los grandes simios parece restringirse al juego social y al cosquilleo.
Los humanos tienen la habilidad de producir risas disociadas de emociones mientras que todavía no es claro si los grandes simios pudieran ser capaces de lo mismo. Algunos estudios sugieren la presencia de cierta forma de manejo vocal dado que se ha visto que los chimpancés y los bonobos cautivos producen vocalizaciones novedosas que sus congéneres silvestres no producen.
Sin embargo, es probable que, como el grupo del Reino Unido sugiere, los homínidos ya anduvieran riéndose unos con otros hace 5 millones de años cuando el ancestro común de los humanos y los chimpancés habitaba algunas regiones del planeta. Estas risas primitivas seguramente tuvieron alguna función muy importante por aquellos años considerando que dicha conducta ha evolucionado en humanos en una sofisticada y versátil herramienta de cooperación y comunicación social.
Es claro que los chimpancés son capaces de reírse en ciertos contextos en particular. Si se ríen de los otros o con los otros será tema de futuras investigaciones.

Artículo de referencia:
ResearchBlogging.org

Davila-Ross, M., Allcock, B., Thomas, C., & Bard, K. (2011). Aping expressions? Chimpanzees produce distinct laugh types when responding to laughter of others. Emotion DOI: 10.1037/a0022594

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