Ciencia con espiral de limón

Science with a (lemon) twist
BLOG EN RECESO TEMPORAL

viernes, 25 de mayo de 2012

Flatulencia mesozoica y cambio climático

Hoy en día, el metano producido por las bacterias que viven en el tracto digestivo del ganado constituye una de las principales fuentes de dicho gas de efecto invernadero. Recientemente, un grupo de científicos británicos se dieron a la tarea de calcular la producción de dicho gas durante el mesozoico, cuando una buena cantidad de saurópodos poblaban la tierra.
Para su estudio utilizaron un modelo similar a aquel que se utiliza para calcular la producción de metano por herbívoros contemporáneos.
Según sus cálculos, las flatulencias de estos colosos ascendieron a 520 millones de toneladas por año, cantidad equivalente a las emisiones de metano actuales. Sin embargo, los autores también señalan que la producción pudo haber sido mayor considerando que el área vegetada disponible era mayor que la que prevalece actualmente y el clima era cálido, húmedo y sin cubiertas de hielo polar permanentes.
De acuerdo con el modelo propuesto, la producción de dicho gas pudo haber sido suficiente para que el mesozoico se mantuviera en una temperatura cálida.

Apatosaurus. Imagen de Charles R Knight tomada de Wikimedia Commons.
Es importante notar que, aunque nuestra imaginación deambule alrededor de un montón de enormes dinosaurios flatulentos, son los microbios viviendo en los estómagos de dichos dinosaurios los que hicieron posible el calentamiento global mesozoico.
Por otro lado, los dinosaurios herbívoros fueron solo una de varias maquinitas productoras de metano, por lo que la producción total de metano durante dicho periodo fue seguramente mayor a la propuesta por el modelo.
Artículo de referencia:
ResearchBlogging.org Wilkinson DM, Nisbet EG, & Ruxton GD (2012). Could methane produced by sauropod dinosaurs have helped drive Mesozoic climate warmth? Current biology : CB, 22 (9) PMID: 22575462

martes, 15 de mayo de 2012

El pensamiento analítico inhibe las creencias religiosas

El interés en los factores que determinan que unas personas tengan creencias religiosas y otras no ha crecido durante los últimos años. Sin embargo, existen pocos estudios experimentales que pongan a prueba los procesos cognitivos que pudieran estar detrás de las creencias religiosas.
Dos investigadores de la Universidad de British Columbia (William M Gervais y Ara Norenzayan) pusieron recientemente a prueba la hipótesis de que el pensamiento analítico podría ser un poderoso facilitador de la incredulidad religiosa.
De acuerdo con la teoría del proceso dual del pensamiento humano, existen dos formas principales (y que interactúan entre sí) de procesamiento de información: aquella que se basa en las respuestas intuitivas y la que depende del procesamiento analítico. De acuerdo con estudios previos los procesos cognitivos intuitivos parecen facilitar la creencia en fuerzas sobrenaturales, aspecto central de las creencias religiosas.
De acuerdo con lo anterior, si las creencias religiosas son el resultado de una serie de procesos intuitivos, el procesamiento analítico de información podría entonces inhibirlas.
Para su estudio William y Ara utilizaron 5 pruebas que incluyeron manipulaciones sutiles para promover el procesamiento analítico. Estas pruebas ya han sido utilizadas con anterioridad, por lo que su eficacia ha sido ya corroborada.
Al final de dichas pruebas midieron la incredulidad/credulidad religiosa de los participantes mediante la aplicación de pruebas estándar para ello. Los valores de religiosidad fueron comparados con aquellos obtenidos varias semanas antes de la aplicación de las pruebas de procesamiento analítico.

“El pensador” de Auguste Rodin. Imagen de  Hans Andersen tomada de Wikimedia Commons.
En las 5 pruebas el pensamiento analítico estuvo negativamente asociado con las medidas de credulidad religiosa. Es decir, a mayor procesamiento analítico menor credulidad religiosa, por lo menos de manera temporal. 
Es importante notar que el estudio de William y Ara no explica la forma en la que el procesamiento analítico influye en las creencias religiosas, por lo que el detalle de los mecanismos tendrá que ser explorado en futuros estudios.
Tambien, los autores hacen notar que estudios como el suyo no aportan una prueba respecto al valor intrínseco o la racionalidad de las creencias religiosas. Su estudio simplemente nos permite entender mejor qué procesos cognitivos –de entre seguramente una amplia variedad- están involucrados o facilitan o inhiben la credulidad religiosa.
Artículo de referencia:


ResearchBlogging.org Gervais, W., & Norenzayan, A. (2012). Analytic Thinking Promotes Religious Disbelief Science, 336 (6080), 493-496 DOI: 10.1126/science.1215647

jueves, 10 de mayo de 2012

Pescado en salsa de coco y tomate verde

½ kilo de filete de pescado
1 lata de leche de coco
¾ kilo de tomates verdes
3 cebollas medianas
Unas gotas de limón
Pasta de chile comapeño
Sal y pimienta al gusto

Fría la cebolla. Cuando este acitronada agregue una cucharada de pasta de chile comapeño.
Corte los tomates verdes en gajos y agregue a la cebolla con un poco de sal. Tape y cocine a fuego lento unos 15 minutos hasta que los tomates se hayan desecho.
Tape y cocine a fuego lento unos 15 minutos hasta que los tomates estén bien cocidos e integrados como una salsa.
Agregue la leche de coco y deje hervir por unos 5 minutos. Agregue el pescado en rebanadas y deje sazonar a fuego lento unos 10 minutos. Al final, agregue unas gotas de limón, pimienta y sirva con arroz blanco.

sábado, 5 de mayo de 2012

Se puede ser asimétrico y aun así ser sexy


En varias especies, las hembras prefieren a aquellos machos que son más simétricos, lo que ha sugerido que el grado de asimetría guarda información valiosa respecto a la calidad de una pareja potencial. Sin embargo, la diversidad de estudios y resultados respecto a este tema parece más bien sugerir que se entiende poco acerca de los factores que determinan la asimetría fluctuante.
Uno de los aspectos que no son claros, es la forma en la que el estrés ambiental afecta la asimetría de caracteres. Por ejemplo, es posible que el estrés afecte a los individuos de forma diferente dependiendo de su carga genética o que los individuos tiendan a optimizar otras características a expensas de su asimetría.
Aprovechando la existencia de 4 tamaños de peces (donde el tamaño parece estar determinado genéticamente), un grupo de investigadores de México y Estados Unidos averiguaron si la asimetría en ciertos genotipos indicaba la optimización de la tasa de crecimiento sobre un desarrollo inestable o poco óptimo.
Para ello criaron varios grupos de peces machos de la especie Xiphophorus multilineatus a los que les midieron la asimetría de sus barras verticales, ya que en estudios previos ya se había observado que las hembras parecen preferir a aquellos machos con barras simétricas. También, expusieron a un grupo de machos a una alimentación de alta calidad (y a otros no), midieron los patrones de sus otolitos (indicadores de problemas en el desarrollo) y evaluaron su atractivo (de acuerdo con la preferencia de las hembras).
Xiphohorus multilineatus. Fotografía de Molly R. Morris.
 Según sus estudios, uno de los genotipos estudiados parece estar optimizando su tasa de crecimiento a expensas de la estabilidad de su desarrollo (en este caso, simetría).
Es posible que en ciertas circunstancias ser grande rápidamente sea mejor que ser simétrico, por ejemplo, cuando el riesgo de depredación es alto. En esos casos las hembras deberían preferir a los machos grandes y en consecuencia ser asimétrico sería un indicador de “buenos genes”.
Bajo la luz de lo anterior, los autores sugieren cautela a la hora de evaluar la simetría y su atractivo. Después de todo, la preferencia de las hembras puede variar dependiendo del contexto, tal y como sucede para otros caracteres involucrados en la selección sexual.
Artículo de referencia:



ResearchBlogging.org Morris, M., Rios-Cardenas, O., Lyons, S., Scarlett Tudor, M., & Bono, L. (2012). Fluctuating asymmetry indicates the optimization of growth rate over developmental stability Functional Ecology DOI: 10.1111/j.1365-2435.2012.01983.x